SEGUIMIENTO EUCARISTIA




ORA Y CELEBRA LA PALABRA DE DIOS

GRUPO DE ORACIÓN
Parroquia Sta. María de los Ángeles - Franciscanos – Santander

Tercer Domingo Ordinario-C-2013

Previos a la oración…
Voy a cuidar mi manera de sentarme…
Voy a tratar de  relajarme…dejo caer mis hombros y los brazos…
Cuido mi respiración: hago cuatro o cinco respiraciones profundas… abdominales…
Me concentro en el aire que respiro…
Me concentro en el aire que expulso…y así me mantengo un rato, concentrado…
Paso a silenciar mi interior…No permito que nada me distraiga…me centro en mi interior…
Poco a poco me abro a la presencia de Dios…explicito su presencia.
Empiezo a intercambiar afectos con Dios…de adoración…le pido me ayude a encontrarme con El…le pido que “su luz me haga ver la luz”.
Pido la gracia de orar bien, según su voluntad.
Concreto todo ello en la súplica al Espíritu...

CANTO:
OH, SEÑOR, ENVÍA TU ESPÍRITU QUE RENUEVE LA FAZ DE  LA TIERRA...
OREMOS: Oh, Dios, que has iluminado los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo. Haznos dóciles a tu Espíritu para gustar siempre el bien y gozar de  su dulzura. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
NEHEMIAS 8, 2-4a. 5-6. 8-10
En aquellos días, el sacerdote Esdras trajo el libro de la Ley ante la asamblea, compuesta de hombres, mujeres y todos los que tenían uso de razón. Era mediados del mes séptimo. En la plaza de la Puerta del Agua, desde el amanecer hasta el medio día, estuvo leyendo el libro a los hombres, a las mujeres y a los que tenían uso de razón. Toda la gente seguía con atención la lectura de la Ley. Esdras, el escriba, estaba de pie en el púlpito de madera que había hecho para esta ocasión. Esdras abrió el libro a la vista de todo el pueblo —pues se hallaba en un puesto elevado—, y cuando lo abrió, toda la gente se puso en pie. Esdras bendijo al Señor Dios grande, y todo el pueblo, levantando las manos, respondió: «Amén, Amén». Después se inclinaron y adoraron al Señor, rostro en tierra.
Los levitas leían el libro de la ley de Dios con claridad y explicando el sentido, de forma que comprendieron la lectura. Nehemías, el gobernador, Esdras, el sacerdote y escriba, y los levitas que enseñaban al pueblo decían al pueblo entero: «Hoy es un día consagrado a nuestro Dios: No hagáis duelo ni lloréis». Porque el pueblo entero lloraba al escuchar las palabras de la Ley. Y añadieron: «Andad, comed buenas tajadas, bebed vino dulce y enviad porciones a quien no tiene, pues es un día consagrado a nuestro Dios. No estéis tristes, pues el gozo en el Señor es vuestra fortaleza».

RESONANCIAS DE LA PALABRA:

·          Estamos ante el capítulo tan importante de la fe judeo-cristiana, centrada en la PALABRA DE DIOS.
·           Israel en el exilio y tras él, purifica su experiencia religiosa. Es el paso de una “religión del culto”: sacrificios en el templo, a una espiritualidad más de profundidad, basada en la experiencia de Dios, mediante su Palabra.
·          La PROCLAMACIÓN de la ley es el momento de la renovación de la alianza.
·          Nuestra lectura de la Palabra en la celebración comunitaria es el momento, también, de nuestra vivencia de la Alianza con Dios, cuyo sello se concentra en el sacramento: en el “Cáliz de la Nueva Alianza”.
·          La Ley, como Palabra de Alianza, (nada tiene que ver con nuestro concepto romano-jurídico de ley), es vivenciar, actualizar el encuentro salvífico de Dios con su pueblo y con cada uno de nosotros.
·          Nuestra Comunión con Dios no se da solamente con el Pan consagrado. Antes hemos comulgado con Dios, mediante el encuentro con los hermanos, y hemos comulgado con su Palabra.
·          Nuestra oración puede ser el momento de pedirle al Señor saber escuchar la Palabra con entrega y fidelidad.
·          Escuchar la Palabra necesita una ejercitación y una mística...pedirle al Señor, con S. Francisco: ilumina, Señor, las tinieblas de mi corazón”.
·          Ante la Palabra – y no sólo ante nuestra conciencia – reconocemos, como Israel,  los creyentes nuestro pecado. De ahí la importancia de la Palabra en la Celebración Comunitaria de la “Penitencia” y en la vida ordinaria.
CANTO:
TU PALABRA, SEÑOR,
ES LA VERDAD Y TU LEY 
NUESTRA LIBERTAD
La Ley del Señor es perfecta y es descanso del alma;
 el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante.
Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón;
 la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos.
La voluntad del Señor es pura y eternamente estable;
 los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.
Que te agraden las palabras de mi boca,
 y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
 Señor, roca mía, redentor mío.

1ª CORINTIOS 12, 12-30
Hermanos: Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu. El cuerpo tiene muchos miembros, no uno solo. Vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro.

RESONANCIAS DE LA PALABRA:

Pablo sueña con una comunidad capaz de vivir unidos su miembros como se unen los del cuerpo humano.
El mismo Espíritu es el que nos vertebra a todos para el bien de todos, pero en comunidad.
El “cadaunismo cristiano” tan acentuado y justificado de nuestras comunidades, no tiene lugar para Pablo.
Vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro”. No somos “yo, tú, el otro…la masa amorfa y anónima
¡Cuánto que cambiar en nuestras asambleas de misas!
Signo, por cierto muy negativo, es el modo como nos colocamos en la iglesia. ¡A mi que no me pidan sentarme junto a otros, porque yo me coloco donde “me apetece”!
Y todos hemos bebido de un solo Espíritu”. Cristianamente no somos “vecinos”, sino hermanos de una misma familia. ¿Aprenderemos esta lección? ¿La queremos aprender?

LUCAS 1, 1-4; 4, 14-21
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan. Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo  encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor». Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír».

RESONANCIAS DE LA PALABRA

·          Entró, según su costumbre.” Y había que decir, que, según su costumbre, “se levantó para hacer la lectura”...seguida del comentario, como lo hacía cualquiera y lo había hecho tantas veces.
·          Lucas, más que detalles históricos, nos da una escena “programática”. Lo que pretende es explicar el “misterio” de Jesús, la hondura del acontecimiento Jesús, conocimiento interno de Jesús, no datos externos. A nosotros también nos debe interesar más quién es Jesús, que la escena en sí.
·           “Y todos hemos bebido de un solo Espíritu”. Jesús, al citar a Isaías, quita la parte del “desquite vengativode Dios y queda con el “año de gracia”.  Hay una reacción en la gente, algo les ha llamado la atención, no de estima y de confianza hacia él, como a menudo se dice. ¿Eso chocante no será precisamente la omisión de la frase referente al desquite?
·          ¿Omisión deliberada? Sin duda. La omisión  ha sido intencionada. Este el viraje de Jesús respecto a Juan Bautista. Jesús no sabe nada de venganzas y de desquites de Dios. Ese no es el Dios que practica Jesús.
·          Para Jesús también Dios estaba a punto de intervenir: “Convertíos que el Reino está cerca”, dirá en su primera predicación, según Marcos. Pero el modo de la intervención de Dios no tiene por qué ser como la entendía Juan.
·          Para Lucas y su comunidad, Jesús es el GRAN JUBILEO. El evangelio del domingo pasado, nos lo presentaba como el NUEVO VINO, el ESPOSO de las bodas de Dios con nosotros.
·          El JUBILEO, sobre todo, recae en los pobres y privados de libertad. Dios es– aunque nos resistimos a aceptarlo–  subversivo. María, la del Nuevo Testamento, canta esta subversión  de Dios en su Cántico.
·          El gran encuentro salvífico de Dios con el pueblo se cumple hoy en Jesús de Nazaret. El es el CUMPLIMIENTO definitivo de la alianza, del Libro, de la Ley, entendida como voluntad salvífica de Dios.
·          La Iglesia y cada uno de nosotros, estamos, no para condenar al mundo y darle lecciones, sino para ofrecerle este "HOY" de la Salvación, en la Palabra, en el Culto y en la Vida.
·          Nuestra conversión a este HOY debería ser objeto de nuestra oración.
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GUIA PARA LA  ANIMACIÓN DE LA LITURGIA DEL DOMINGO


DOMINGO TERCERO-C- 2013

MONICION AMBIENTAL:
“Como era su costumbre los sábados, entró en la sinagoga”. Jesús se reúne y alterna con sus vecinos y con la gente sencilla de su pueblo, compartiendo juntos la Palabra de Dios y el Sabat.
El domingo, para el creyente, es también día para reunirse con los vecinos y hermanos en la fe, no sólo para cumplir con la misa.
Escuchamos la INVITACION a compartir y celebrar juntos nuestra fe. El mismo Espíritu que ungió a Jesús nos ha llenado de su fuerza para ser el JUBILEO de Dios, sus testigos en el mundo. Cantamos


 CANTO DE ENTRADA: DIOS NOS CONVOCA, VENID, ESCUCHEMOS SU VOZ

MONICION A LA 1ª Lectura:
El Concilio nos recordó, con mucha fuerza, que la escucha de la Palabra, es también parte central de le reunión dominical. La presencia real de Jesús no se reduce a la Comunión. El compartir con los hermanos y escuchar la Palabra, son también Comunión. 

CANTO INTERLECCIONAL:
TU PALABRA, SEÑOR, ES LA VERDAD Y TU LEY NUESTRA LIBERTAD …

MONICION A LA 2ª lectura:


ALELUYA, AMEN  

PRECES:

Por los jóvenes a quienes Dios llama a su servicio, para que estén dispuestos a seguir su llamada:  Roguemos al Señor...

Por nosotros, que, como Jesús, hemos sido ungidos por el Espíritu Santo, no para condenar al mundo, sino para llevar la Buena Noticia a los pobres, la libertad a los oprimidos y proclamar el Año de Gracia del Señor:  Roguemos al Señor...

Por nuestras Comunidades cristianas, por cada uno de nosotros, atrincherados en el miedo y en los  prejuicios contra el mundo, para que nos sintamos enviados a llevarle la paz:   Roguemos al Señor...


Por los hombres y mujeres que tienen responsabilidades en los diferentes campos de la sociedad, para que procuren la paz, no nos lleven a las guerras y trabajen por encontrar caminos de reconciliación:  Roguemos al Señor…

SANTO…

CANTO DE COMUNION:
Monición: “Me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista. Para dar libertad a los oprimidos”. Jesús nos invita a vivir su libertad, para liberarnos, también nosotros, y liberar a los hombres y mujeres de nuestro entorno, que vivimos oprimidos bajo múltiples esclavitudes.  Cantamos...

 CRISTO NOS DA LA LIBERTAD (CLN nº 727)

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COMUNICACIONES:   

1ª.  El viernes – día 31, último jueves de enero – la REDASIS nos invita a todos a una media hora de Oración Franciscana.  Como siempre, a las 19,30, antes de la Eucaristía de las 20h.

2ª  EUCARISTÍA DE LA COMUNIDAD. Domingo 27 de enero, último de mes, celebraremos la EUCARISTA ESPECIAL DE LA COMUNIDAD. HORA: 12H.
A los miembros de todos los grupos y Movimientos: sabed que vuestra presencia en esta Eucaristía es un signo de vuestra conciencia de Comunidad. Os esperamos.

FIESTA DE LA CANDELARIA:
El domingo 3 de Febrero celebraremos la Fiesta conclusiva del ciclo navideño, con la celebración de la Eucaristía Familiar, en la Fiesta de la Candelaria, que la Iglesia la celebra el 2 de febrero.
Hora:12h. A esta celebración invitamos a todos los padres con sus hijos en Catequesis, pero – de modo singular-, a los padres cuyos hijos han sido bautizados en estos últimos años. Es su fiesta. Os esperamos.